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ROSARIO
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martes, 25 de diciembre de 2012

viernes, 21 de diciembre de 2012

Condenas por apropiación y complicidad con el genocidio

En otro fallo histórico, el TOCF Nº 1 de La Plata sentenció con 10 años de prisión a una médica de policía que fraguó la partida de nacimiento de Sebastián Casado Tasca. En tanto su apropiadora recibió 5 años y seis meses.

Por Diagonales@gmail.com

Las dos mujeres acusadas por la apropiación de Sebastián Casado Tasca, hecho ocurrido en La Plata durante la última dictadura militar, recibieron condenas de 10 y 6 años y medio. La pena más abultada fue para la médica de policía Nora Raquel Manacorda, quien fraguó la partida de nacimiento del bebé, y la segunda para su apropiadora, Silvia Beatriz Molina. El fallo del Tribunal Oral Criminal Federal Nº 1, integrado en esta ocasión por Carlos Rozanski, Pablo Jantus y Pablo Vega, es una vez histórico, pues considera a ambas acusadas cómplices del “genocidio perpetrado entre 1976 y 1983”. Consideraron para ello el “traslado” que hicieron del menor “de un grupo familiar a otro”.

La lectura de la sentencia se realizó en la sala de audiencia que el Tribunal tiene en 4 entre 51 y 53, a poco más de 12 horas de que concluyera el mismo trámite del juicio por los crímenes cometidos en el denominado Circuito Camps. En una sala algo menos colmada que en esa oportunidad, el fallo fue recibido con menos efusividad que el anterior, pero con el mismo nivel de elogio por su carácter inédito. Es la primera condena por apropiación de menores en la que se toma el criterio de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, estuvo presente durante la lectura del fallo, y al concluir la misma elogió al Tribunal.

En el caso de Manacorda, habrá una evaluación médica para comprobar si está en condiciones de afrontar prisión efectiva o si su prisión será domiciliaria. En tanto Molina seguirá libre hasta que la sentencia esté firme.

Secuestro y aparición. Sebastián Casado Tasca, de 34 años, recuperó su identidad en febrero de 2006. Había nacido en marzo de 1978 cuando su madre Adriana Leonor Tasca, estudiante de derecho secuestrada en La Plata a fines de 1977 cuando tenía 5 meses de embarazo, estaba cautiva en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.

Tasca permanece desaparecida, al igual que el padre de Sebastián, Gaspar Casado, también estudiante de derecho secuestrado junto a su esposa, quien, según testigos, estuvo detenido en la ESMA.

Tras dar a luz, el niño fue entregado por un oficial de las Fuerzas Armadas a un matrimonio allegado, integrado por Angel Capitolino y Silvia Beatriz Molina, quienes lo inscribieron como hijo propio, con el nombre de Sebastián Capitolino, con una partida de nacimiento falsa firmada por Manacorda, la médica de la policía bonaerense que se desempeñaba en la División Sanidad de la fuerza.

Ángel Capitolino, ya fallecido, había sido denunciado en 1984, pero en esa oportunidad no se pudo acreditar la verdadera afiliación de Sebastián Casado Tasca, por lo que se declaró extinguida la acción penal. En octubre de 2009 se declaró que la apropiación es un delito de lesa humanidad por lo que se declaró nula la resolución que extinguió esa acción penal.

Su hermana de crianza se acercó primero al CONADI a investigar la posibilidad de ser hija de desaparecidos, pero en su caso los resultados dieron negativo. En esa oportunidad se enteró de la existencia de una causa contra Capitolino, ya prescripta, donde se había cuestionado el origen de Sebastián.

Finalmente Casado Tasca se acercó al CONADI, y tras acceder al expediente contra Ángel Capitalino tuvo la prueba de su posible apropiación. Meses más tarde, en septiembre de 2005, accedió a la prueba de ADN cuyos resultados estuvieron en febrero de 2006.

lunes, 24 de diciembre de 2012

DOMINGO, 23 DE DICIEMBRE DE 2012

FRENTE A LAS CONSECUENCIAS DE LA MISERIA, LA RESPUESTA DE TODOS LOS GOBIERNOS ES LA REPRESIÓN


Como en 1989 y 2001, la noticia de un primer saqueo, esta vez en Bariloche, se reprodujo geométricamente en pocas horas. Siguieron Rosario, Villa Gobernador Galvez,  Campana y San Fernando, pero a 48 horas de que los habitantes de los barrios del Alto barilochense se movilizaran a un supermercado, se multiplicaron episodios similares en prácticamente todo el territorio nacional, desde barrios de la ciudad de Buenos Aires, como Balvanera y Lugano, pasando por Viedma, Cipolletti, Junín, Córdoba, Posadas, Tucumán y Comodoro Rivadavia, hasta Concepción del Uruguay, La Plata, Resistencia y, desde luego, todo el conurbano bonaerense.
De inmediato, a la par de la represión, comenzó la búsqueda de "responsables" para ocultar que, si centenares de personas arriesgan su vida y su libertad para cargar un changuito con lo primero que encuentran a mano, lo mínimo que se está expresando es una situación de miseria y desesperación. En la tarea de deslegitimar el reclamo popular, todos los gobernantes reaccionaron con las fórmulas de siempre. "Activistas", "intencionalidad política", "grupos organizados", "los que buscan el caos", "hechos aislados", son algunas de las frases hechas que escuchamos de todo el espectro político, gobernante o no, al tiempo que se repitió el argumento de que "si se llevaron electrodomésticos o zapatillas de marca, no es por hambre". Como si los pobres, en la dinámica de la acción de masas de un saqueo, para ser fieles a su pobreza, debieran elegir la aguja y no el lomo, o sólo tomar de la góndola fideos, arroz y polenta.
El contrapunto más visible fue el del gobierno nacional con una parte de la burocracia sindical. El secretario de Seguridad Berni y el jefe de gabinete Abal Medina acusaron frontalmente a las CGT de Moyano y Barrionuevo y la CTA de Micheli, mientras éstos, al unísono, replicaron que fue una maniobra del gobierno nacional "para victimizarse".
También desde el kirchnerismo puro, respecto de Bariloche, su senador Miguel Pichetto arremetió contra "anarquistas que vienen de organizaciones de extrema izquierda", con una "postura fuertemente ideologizada" que combina "sectores del indigenismo duro" con "componentes muy parecidos a los que actuaron encapuchados en la Casa de Tucumán", a partir de que "se ha radicado mucha gente del conurbano bonaerense" en los barrios del Alto. Parece que ya estaban ahí hace dos años y medio, cuando en los mismos barrios pauperizados estalló la bronca tras el asesinato policial de Diego Bonefoi.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, en sintonía con su jefe Scioli, habló de "un movimiento organizado" para asaltar supermercados, mientras que el intendente de San Fernando, después de descartar que los saqueos se vinculen con necesidades básicas insatisfechas ("Acá, hambre no hay", aseguró), responsabilizó al gobierno nacional y el provincial: "Parecía que la policía provincial y las fuerzas de seguridad nacionales no existían. ... Yo realmente no sé si pensaron Nación y Provincia que la seguridad era un problema del Municipio. La próxima vez voy a trabajar con los bomberos", ironizó, en la misma línea que un buen grupo de intendentes del conurbano.
Originalísimo, el santafesino gobernador del FAP, Bonfatti, además de quejarse porque el gobierno nacional no le mandó los gendarmes que pidió y de repetir "eso no es hambre", encontró un responsable meteorológico: "Los efectos climáticos por las inundaciones se usaron para hechos vandálicos", dijo. Menos originales fueron varias organizaciones "populares" que rápidamente salieron a aclarar que no tenían nada que ver con los saqueos.
En este juego del gran bonete, lo que queda bien claro es que se intenta, por todos los flancos, eliminar del análisis cualquier mención al hambre y la miseria de los que todos ellos, (gobierno nacional, provinciales o municipales) son corresponsables. Por eso, en lugar de "saqueo", hablan de "robos calificados" (imputación que pesa sobre casi todos los detenidos a lo largo del país). Por eso repiten "esto fue organizado", para instalar la idea de que organizarse, para los pobres, es delito. Que los explotados se organicen, así sea efímeramente y con un alto grado de espontaneísmo, causa terror a la clase dominante, y por eso prefieren apelar al absurdo de sostener que tres días de saqueos en más de 70 ciudades del país fueron parte de un complot, cuyos instigadores varían según convenga a cada uno.
Pero con dos muertos confirmados en Rosario, rumores de otros en San Fernando, varios heridos de gravedad, más de medio millar de detenidos en todo el país, y barrios y ciudades enteras ocupadas militarmente por gendarmes y policías, lo único indiscutible es que, frente a las consecuencias de la miseria, la respuesta unívoca del aparato estatal, dirigido por el kirchnerismo, el binnerismo, el PJ no kirchnerista, o quien sea, fue la represión. En eso no se diferencian, y muestran claramente quiénes son los enemigos de los trabajadores y el pueblo.
Contra la represión, organización y lucha!

CADH - Comisión Antirrepresiva y por los derechos humanos en el ENA
El problema es la normalidad
  
Lunes, 24 de Diciembre de 2012 11:48 Pelota de Trapo publicación 
(APe).- -La verdad, creíamos que íbamos a pasar una noche complicada por lo agitado que fue el día viernes. Pero los refuerzos policiales y la presencia de los agentes territoriales de la Municipalidad generó tranquilidad y no hubo hechos violentos. Retomamos el funcionamiento normal de la ciudad – dijo el secretario de gobierno de Rosario, Fernando Asegurado en horas del sábado 22 de diciembre. 
Una reflexión sobre la que habría que pensar en profundidad.
Palabras que acompañaron al descenso de las aguas turbulentas de la segunda tormenta desatada en los últimos días en el sur de la provincia de Santa Fe.
Porque después del casi medio millar de evacuados por las consecuencias de la tormenta del miércoles 19 de diciembre, entre ellas las muertes de dos personas, una mujer y un muchacho de 19 años que se logró salvar a un chiquito de ser tragado por un desagüe pero no pudo sobrevivir; entre la tarde y noche del jueves, mañana y tarde del viernes, se desató la otra tormenta, la que venía de abajo, enrarecida por insumos sociales y económicos que estaban más allá de las urgencias.
Luciano Carrizo, de 22 años y con un balazo en el tórax, y Silvia Barnachea, de 25 años, como consecuencia de una puñalada y no por un corte en el pie como se informó en un primer momento, sufrieron efectivamente el fin de sus mundos el viernes 21 de diciembre.
No fueron los días de mayo de 1989 en el final del alfonsinismo ni tampoco los de diciembre de 2001, en los tiempos últimos de De La Rúa, el corralito y el estado de sitio.
La comida no era el objetivo de los que irrumpieron en supermercados, la mayoría de ellos en manos de comerciantes asiáticos que el lugar común define como “chinos”. De allí el tácito acuerdo entre las distintas organizaciones sociales y políticas de la región del Gran Rosario de definir estos hechos como vandálicos.
Pero la característica distinta fue la notoria participación de sectores sociales que forman parte de las bandas que viven del narcotráfico en las diferentes barriadas de la ciudad de la bandera.
-Mirá, es muy simple: la policía es socia de los narcos y los chinos no ponen plata, no les pueden sacar un peso…pensá lo que quieras – le dijo un vecino de la zona de Cerrito al 4300 a un periodista del diario “El Ciudadano”.
Más tarde, la hipótesis narco estuvo en la boca del propio ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto y en los dichos del diputado Eduardo Toniolli.
Y es en esa idea donde reside el problema de “retomar el funcionamiento normal de la ciudad”, como dijo el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado.
Porque en esa normalidad hay muchas armas, muchas drogas y mucha corrupción policial en los barrios de la ciudad.
En esa normalidad hay pocas escuelas secundarias donde la mayoría de las pibas y pibes terminen el ciclo, al contrario, cada vez son menos los que completan la llamada educación media.
En esa normalidad hay poco trabajo estable, en blanco y bien pago para las pibas y pibes mayores de dieciocho años.
En esa normalidad hay pocos lugares para hacer deportes, producir arte o jugar en espacios públicos.
Es en ese “funcionamiento normal” de la ciudad donde nacen estas nuevas tormentas sociales.
El problema es esa normalidad. Creer que esa naturalización del narcotráfico y la corrupción policial pueden generar paz social, justicia y convivencia tal como lo exigen los calendarios de las fiestas de fin de año.
Contra es normalidad hay que pelear para que las pibas y los pibes sientan que tiene sentido vivir en estos arrabales del mundo y que la palabra futuro no depende de lo que se ofrece en las vidrieras de las casas que venden electrodomésticos.

Fuentes: Diarios “La Capital”, “El Ciudadano & La Región”, “Rosario/12” y fuentes propias entre los días 20 y 23 de diciembre de 2012.

Edición: 2352

sábado, 15 de diciembre de 2012



La realidad otra vez nos interpela, NOS URGE, nos obliga a tomar la palabra
Hace más de 17 años que laburamos con los Pibes y Pibas de las Esquinas, de los barrios, paredones, arroyos o de algún patio de alguna casa que nos abren las puertas en los confines periféricos del gran Buenos Aires.
 Sí, son esos pibes que cuando se juntan tranquilos a compartir sus vidas, sus historias,  su tiempo o su dejar pasar el tiempo, son invisibles…no existen, no suman ni restan, no son ni un tema ni una problemática…
Hoy son hermanos, sobrinos, hijos o vecinos de esos mismos pibes que en los noventa daban miedo, amenazaban con convertirse en cualquier Mara centroamericana, igual o mas peligrosos que en Colombia o de alguna favela de Brasil.
Esos años noventa nos encontraron más de una vez corriendo de urgencia a hospitales, comisarías y velorios.  Fueron muchos los jóvenes victimas de un plan de exterminio al que siempre dimos batalla, como pudimos. 
Con un poco de suerte y mucho de obstinación militante, también podemos contar de muchos de esos pibes que se dejaron enamorar por la esperanza de que otro mundo es posible.  Muchos aún siguen vivos, formaron familias, son laburantes, militantes, sindicalistas y sobre todo, buena gente. Llevan consigo historias de encuentros con  muchos pibes y pibas como ellos, llevan tatuados en su memoria viajes que parecían imposibles, intercambios con Movimientos Campesinos que cometieron la osadía de explicarles que  la lucha del campo y la ciudad era la misma, que los pobres de cualquier lugar de la tierra siempre somos la variable de ajuste.
De tanto resistir sin grandes revoluciones pero a paso constante, llegaron años un poco mas “tranquilos…”, en los afiches de los campamentos aparecían asfaltos, plazas, barrios un poco  mas lindos, computadoras en la esquina para ver videítos…
Pero la reconstrucción cultural de nuestro pueblo que carga con la desaparición  de generaciones enteras de jóvenes…lamentablemente es muy lenta.
Y otra vez aquí estamos desesperados y urgentes.
Los pibes y pibas del conurbano se nos están muriendo!!!
Se matan entre ellos y nos seguimos preguntando quién les facilita las armas de fuego? Los vemos consumirse. Y quién les acerca a la puerta de sus casas y escuelas la droga? Los escuchamos relatar a diario sobre amigos que se suicidaron por amenazas de Tranzas o simplemente por desánimo. Se lastiman. Se enfrentan a cuchillazos. Se Juntan a divertirse y terminan todos peleados. Cientos de niños y jóvenes se escapan de sus hogares porque sabemos, que otra vez está costando parar la olla. Las pibas, rápidamente se convierten en presa fácil de redes de trata  que se nos ríen en la cara a la vuelta de la esquina.
¿Quién los/nos convenció que la juventud es eso?! Qué  plan macabro, diseña un Modelo de país sin niños ni jóvenes??? A quién le conviene un país vacío? A quién le sirve hablar de inseguridad??? Cómo llegamos a ser una sociedad que pide que estos pibes vayan presos cada vez más pequeños??? Cómo nos acostumbramos a que los jóvenes no tengan aspiraciones, proyectos de vida que superen la expectativa de ver si entra en alguna cooperativa? Cómo nos convertimos en  un país que los jóvenes “viven” sin sueños????

Ya sabemos. Muchos nos dicen que esos no son todos los jóvenes. Que  las cosas cambiaron, que volvieron los centros de estudiantes, los movimientos…Es cierto. Pero  a la militancia se accede si sabes leer y escribir, si entendes  lo importante de la participación. Si tenés  para comer, si no te persiguen, sino te amenzan, si no  se te mueren tus amigos y vecinos, si no te explotan…si te dejan PENSAR…
 Vivimos en un territorio en donde las políticas de niñez y adolescencia lejos de multiplicarse y mejorarse, se recortan casi a cero, se acentúan las malas condiciones  laborales de quienes deben “cuidar” a los niños y jóvenes más pobres. Nada más ni nada menos que porque son los “delincuentes”.
Y ellos, los pibes y las pibas del conurbano bonaerense lo único que quieren es ropa linda para las fiestas y ojo eh! No anhelan irse de shopping,  saben que como mucho si juntan unos mangos pueden ir a la feria de la salada que rinde. Quieren poder comprar regalitos de navidad para sus hijos, hacer una buena comida, tomar algo rico también, como casi todos nosotros.
Dónde esta el delito en eso??? Si trabajan más de 12 horas construyendo las casas de los que piden para ellos cárcel, si llenan los talleres clandestinos, si se amontonan en las ferias y los mercados acarreando bultos que llenan lujosas camionetas y camiones…
Celebramos los aciertos  de los últimos años, nos gusta ser parte de un país que volvió a asumirse latinoamericano. Nos gusta usar las nedbook…
Pero sentimos la imperiosa obligación de denunciar que estamos viviendo en  zonas liberadas!! Nos negamos rotundamente a recorrer nuevamente velorios o cárceles!
No queremos ni  podemos ser cómplices.
No queremos ni podemos mirar para otro lado.
Queremos un país con lugar para todos y todas.
José “Oso” Vivas, Marina Lavena  y Yanina Martínez
Coordinación general de PI.ES x la tierra
 (estas palabras fueran escritas después de vernos obligados a suspender EL ENCUENTRO de los pibes y pibas del conurbano, por tristes y gravísimos hechos de violencia ocurridos en los barrios que venimos trabajando)6-12-12

12/13/2012

Nueva suspensión de audiencia

Causa contra Gerardo Martínez: 
Sitraic y organismos de Derechos Humanos denuncian nueva suspensión de audiencia 
Nuevamente en el lapso de diez días, la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones suspendió la audiencia para tratar la apelación presentada por los organismos y organizaciones querellantes en la causa por el accionar de Gerardo Martínez como agente del Batallón 601 de inteligencia en la dictadura. En el primer caso, se debió a la decisión de los magistrados de tomarse licencia 24 horas antes de que se realizara la audiencia fijada para el 29 de noviembre.

En el día de la fecha, la situación se replicó pero desde el Tribunal se adujeron distintos motivos. A las 9 y media de la mañana, se le informó a uno de nuestros compañeros que "el oficial mayor, compulsando los registros de la Cámara, detectó una intervención anterior de la Sala II en una causa conexa, por eso declinaron la competencia en su favor". Considerando que tienen la causa elevada hace meses, y ya fijaron dos fechas, es inaceptable otra idea que la orden política de dilatar el tema. Recién el próximo 19 de diciembre, los querellantes seríamos recibidos por los integrantes de la Sala II.
Las organizaciones querellantes exigimos una respuesta inmediata  para que se garanticen nuestros derechos. El intento de cerrar la causa ha sido combatido en la calle para terminar con la impunidad que Gerardo Martínez tiene desde hace 30 años. Es gravísimo que un ex agente de inteligencia y miembro del aparato represivo de la dictadura continúe gozando de los privilegios que le da su estrecha relación con el Gobierno Nacional.
Exigimos respuesta inmediata, basta de impunidad.
Firmantes: 

AEDD – Asociación de Ex –Detenidos Desaparecidos
AGD UBA – Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires
APEL – Asociación de Profesionales en Lucha
APEMIA – Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA
CADEP-Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo
CADHU – Centro de Abogados por los Derechos Humanos
CEPRODH – Centro de Profesionales por los Derechos Humanos
CORREPI  - Coordinadora Antirrepresiva contra la Represión Policial e Institucional
CTA Capital – Central de Trabajadores de la Argentina – Capital Federal
Liberpueblo
MST – Movimiento Socialista de los Trabajadores
SITRAIC – Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Afines

jueves, 13 de diciembre de 2012

COMPAÑEROS…POR FAVOR DIFUNDIR…GRACIAS A TODOS!!!!

Inquebrantable
Denuncia penal por la desaparición de NEBIO MELO el 8 de febrero de 1976 en Argentina.

Luisa Cuesta, ayer, cuando llegaba al juzgado de la calle Misiones. Foto: Pedro Rincón
Basada en datos recientes sobre el traslado de su hijo de Argentina a Uruguay en 1976, Luisa Cuesta hizo ayer la denuncia correspondiente.El Día Internacional de los Derechos Humanos fue el elegido por Luisa Cuesta y su sobrino, Nilo Patiño, para radicar la denuncia penal por la desaparición de Nebio Melo el 8 de febrero de 1976 en Argentina. 
Pero hay otras circunstancias para que esto suceda casi 37 años después: recién en los últimos meses fue posible reunir las pruebas necesarias para suponer el traslado de Melo a Uruguay, en el marco de la coordinación represiva del Plan Cóndor.La detención de Melo se habría producido junto a la de Winston Mazzuchi, también uruguayo, a las 21.00 en el bar porteño “Tala”, y habría sido trasladado al centro clandestino “Campo de Mayo”, según los datos recogidos para la Investigación Histórica de Detenidos-Desaparecidos de Presidencia. En el bar también estaba Alicia Román, esposa de Melo, que se había retirado momentos antes de que militares e integrantes de la Policía Federal irrumpieran en el solicitando la documentación de los presentes.Al día siguiente, unas 15 personas armadas y vestidas de particular que se desplazaban en dos automóviles Ford Falcon -una marca que mantuvo un estrecho vínculo con la dictadura argentina, al punto de que ese modelo se asocia directamente con secuestros y desapariciones- allanaron la finca en la que Melo y su esposa habían vivido hasta dos meses antes.Pero allí no había nadie. De estos hechos siempre hubo testigos -un quiosquero de la zona y clientes habituales del bar-, pero nadie puede atestiguar lo que sucedió después. 
En el apartado “Desaparición” de la ficha de Melo, de la Investigación Histórica actualizada, no hay información.Esa carencia impidió que durante casi cuatro décadas no hubiera elementos para denunciar en nuestro país la desaparición de Melo. Además de las gestiones realizadas durante la dictadura ante la comunidad internacional y en los tribunales argentinos, en 1985 se dejó constancia de estos acontecimientos ante la Cámara de Representantes uruguaya y en 2006, a solicitud de Luisa Cuesta, la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz emitió un certificado de ausencia por desaparición forzada.Desde hace unos meses, como resultado de un intenso trabajo de búsqueda realizado por quienes apoyan a Luisa Cuesta, se encontraron pruebas documentales y testimoniales, incluso desde la órbita militar, que evidencian un traslado de Melo a nuestro país. 
El escrito, patrocinado por el abogado José Luis González, fue recepcionado ayer pasadas las 10.30 por el juez de 4º Turno Eduardo Pereyra en la sede judicial de Misiones y 25 de Mayo. En esa misma audiencia, que duró más de una hora, ratificaron la demanda. González hizo notar que es uno de los primeros casos vinculados al pasado reciente “sin la traba” de la Ley de Caducidad, derogada hace un año. Con sus 93 años, Luisa Cuesta salió evidentemente emocionada. No quiso decir nada, porque ya lo ha dicho todo, afirma. Una y otra vez.
Lourdes Rodríguez/La Diaria


Inquebrantable
Denuncia penal por la desaparición de NEBIO MELO el 8 de febrero de 1976 en Argentina.

Luisa Cuesta, ayer, cuando llegaba al juzgado de la calle Misiones. Foto: Pedro Rincón
Basada en datos recientes sobre el traslado de su hijo de Argentina a Uruguay en 1976, Luisa Cuesta hizo ayer la denuncia correspondiente.El Día Internacional de los Derechos Humanos fue el elegido por Luisa Cuesta y su sobrino, Nilo Patiño, para radicar la denuncia penal por la desaparición de Nebio Melo el 8 de febrero de 1976 en Argentina. 
Pero hay otras circunstancias para que esto suceda casi 37 años después: recién en los últimos meses fue posible reunir las pruebas necesarias para suponer el traslado de Melo a Uruguay, en el marco de la coordinación represiva del Plan Cóndor.La detención de Melo se habría producido junto a la de Winston Mazzuchi, también uruguayo, a las 21.00 en el bar porteño “Tala”, y habría sido trasladado al centro clandestino “Campo de Mayo”, según los datos recogidos para la Investigación Histórica de Detenidos-Desaparecidos de Presidencia. En el bar también estaba Alicia Román, esposa de Melo, que se había retirado momentos antes de que militares e integrantes de la Policía Federal irrumpieran en el solicitando la documentación de los presentes.Al día siguiente, unas 15 personas armadas y vestidas de particular que se desplazaban en dos automóviles Ford Falcon -una marca que mantuvo un estrecho vínculo con la dictadura argentina, al punto de que ese modelo se asocia directamente con secuestros y desapariciones- allanaron la finca en la que Melo y su esposa habían vivido hasta dos meses antes.Pero allí no había nadie. De estos hechos siempre hubo testigos -un quiosquero de la zona y clientes habituales del bar-, pero nadie puede atestiguar lo que sucedió después. 
En el apartado “Desaparición” de la ficha de Melo, de la Investigación Histórica actualizada, no hay información.Esa carencia impidió que durante casi cuatro décadas no hubiera elementos para denunciar en nuestro país la desaparición de Melo. Además de las gestiones realizadas durante la dictadura ante la comunidad internacional y en los tribunales argentinos, en 1985 se dejó constancia de estos acontecimientos ante la Cámara de Representantes uruguaya y en 2006, a solicitud de Luisa Cuesta, la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz emitió un certificado de ausencia por desaparición forzada.Desde hace unos meses, como resultado de un intenso trabajo de búsqueda realizado por quienes apoyan a Luisa Cuesta, se encontraron pruebas documentales y testimoniales, incluso desde la órbita militar, que evidencian un traslado de Melo a nuestro país. 
El escrito, patrocinado por el abogado José Luis González, fue recepcionado ayer pasadas las 10.30 por el juez de 4º Turno Eduardo Pereyra en la sede judicial de Misiones y 25 de Mayo. En esa misma audiencia, que duró más de una hora, ratificaron la demanda. González hizo notar que es uno de los primeros casos vinculados al pasado reciente “sin la traba” de la Ley de Caducidad, derogada hace un año. Con sus 93 años, Luisa Cuesta salió evidentemente emocionada. No quiso decir nada, porque ya lo ha dicho todo, afirma. Una y otra vez.
Lourdes Rodríguez/La Diaria
 

LOS JUECES
Cuando se piensa algún tiempo en los jueces, nace por contraste la idea de la justicia.
La sociedad, en todas sus formas estables, se compone de una minoría armada, dominado a una mayoría desarmada. Goza la minoría, ya del hacer, ya del oro, ya de la confianza de los dioses. La mayoría se sostiene gracias a un extraño e implacable furor de vivir: los sufrimientos hacen que el hombre ame la vida, y que la mujer sea fecunda. Las relaciones entre la minoría y la mayoría son asesoradas por los jueces, que pueden considerarse tenedores de libros de la casa. Esos últimos empleados se enteran de los asuntos pendientes, y reciben de la minoría las instrucciones y la autoridad necesarias para revelarlos. El pacto celebrado entre la minoría y los jueces es la ley.

Notemos que el pacto es forzoso, pues no se concibe jueces sin gendarme, cárcel y el verdugo, que son la fuerza, y la fuerza pertenece a la minoría.
Por definición, la ley se establece para conservar y robustecer las posiciones de la minoría dominante; así, en los tiempos presentes, en que el arma de la minoría es el dinero, el objeto principal de las leyes consiste en mantener inalterables la riqueza del rico y la pobreza del pobre. Llega el instante de que la idea de justicia nazca porque la ley, que favorece al poderoso, habría de parecer justa al poderoso, y al humilde, injusta. Sin embargo, nace la idea en sentido contrario: el poderoso encuentra la ley todavía estrecha a su deseo, ya que él mismo la dictó y es capaz de hacer otras nuevas, y el humilde se conformaría con que la ley se cumpliera como se dice y no como se hace.
Hay algo peor que la ley: es la incertidumbre. El terror del infierno se debe no a que las torturas sean excesivas, ni a que sean eternas, sino a que no se sabe lo que son. El que delinque y sabe que será ahorcado, descansa en una realidad espantosa, pero firme. Si ignora qué género de suplicio le espera, su angustia sería intolerable.
Los jueces prevarican algunas veces, y muchas, se equivocan. De aquí procede su prestigio. Un juez infalible no amenaza más que a los culpables; un juez que yerra, amenaza a culpables e inocentes. Él es el juez verdaderamente augusto; nada escapa a sus ojos; nadie está seguro con él. Y la idea de justicia, en la mente de los humildes, nace menos verosímil aún que el país de utopía, que la edad dorada; es un ventanillo abierto en lo alto de la prisión, sobre el infinito azul del cielo; es lo irrealizable, lo que florece más allá de la tumba. Sólo Dios es justo: para salir por el ventanillo, hacen falta las alas de la muerte.
Y únicamente en las épocas felices, cuando durante largos años son los jueces incorruptibles, esclavos de lo escrito, es cuando los hombres empiezan a descubrir la formidable injusticia de las leyes.
 
Rafael Barett
[Publicado en Germinal, Asunción, el 6 de septiembre de 1908. Recogido en Obras Completas, RP-ICI, Asunción, vol. II, p. 142.  Edición digital para Proyecto Ensayo Hispánico de Francisco Corral Sánchez-Cabezudo, Instituto Cervantes]

APORTE : GRACIAS, CARLOS SOLERO
12 12 2012
 Publicado en LAVACA 
¿DONDE ESTAN LOS DESAPARECIDOS?
Nora Cortiñas presentó un hábeas corpus para que el Estado responda una pregunta antigua, sencilla y que todavía nadie ha amagado con responderle: “¿Qué pasó con mi hijo?”. Por qué lo hace ahora, la emoción en el juzgado y algunas ideas sobre los archivos nunca divulgados. Monopolios, gobierno y otras sorpresas.
“Quiero que me digan qué pasó con mi hijo Gustavo. Recurro al hábeas corpus como lo hice desde el mismo día en que se lo llevaron. Pero pasaron 35 años y hasta hoy no tuve respuesta. La diferencia es que hay un gobierno que sirve a los derechos humanos, con los juicios por ejemplo, y me parece un momento oportuno para presentarlo” dice Nora Morales de Cortiñas en el hall de Tribunales. A los 82 años sostiene que es “mínima, vital y móvil”. Va del brazo con Josefa “Pepa” Noia (92, también integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora), que ha firmado junto con ella el pedido que debería obligar a las autoridades a decir dónde está una persona detenida, aunque se sabe que lo que hizo el Estado fue secuestrar y desaparecer personas como parte de un plan sistemático.
Por eso una de las más antiguas consignas de las movilizaciones por derechos humanos fue: “Los desaparecidos, que digan donde están”. En el escrito el planteo es similar: “tengo el derecho absoluto e imprescriptible a conocer la verdad sobre la suerte y paradero de mi hijo Gustavo y, como consecuencia, tengo derecho a que las autoridades me proporcionen la información sobre su paradero”. La presentación coincidió con dos símbolos: lleva fecha del 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, en el que además Nora fue nombrada Doctora Honoris Causa de la Facultad de Ciencias Económicas.

“Nosotros no torturamos”
El hábeas corpus resulta una interpelación al Estado, que como tal hizo desaparecer a miles de personas en tiempos de la dictadura, sin que se sepa muchas veces qué ocurrió en cada caso. Los militares y policías siguen guardando secreto sobre los archivos que, se estima, reúnen esa información: “Claro, nosotros no torturamos a los militares para que hablen. Depende de ellos. Y no hablan porque es parte de su culpabilidad y la demostración del crimen que cometieron”.
Nora agrega: “Lo mío es una pregunta sencilla y de madre. No tiene ninguna otra intención que saber dónde está mi hijo”.
Otro dato: “En otros gobiernos no hubiera hecho esto porque no tenía confianza. Ahora tengo confianza en que vamos a dar un paso importante. No es contra nadie sino a favor de que se sepa qué pasó”.
¿Existen archivos?
Ana Careaga acompañó a Nora a Tribunales. Ana fue secuestrada de adolescente, lo que llevó a su madre, Esther Careaga, a sumarse al grupo fundador de Madres de Plaza de Mayo. Esther pudo recuperar a Ana, pero siguió en Madres “hasta que encontremos a todos nuestros hijos”. La propia Esther fue desaparecida en el operativo en la Iglesia de la Santa Cruz –diciembre de 1977-, junto a Mary Bianco y Azucena Villaflor de Devincenti. Ana militó siempre en el movimiento por los derechos humanos, y dirigió estos últimos años el Instituto Espacio para la Memoria.
Dice sobre el tema de los archivos: “La desaparición forzada de personas fue el corazón del plan represivo, que perseguía generar terror en la sociedad para desarticular todo lazo solidario y crear las condiciones para implementar un modelo económico neoliberal. Pero esas fuerzas de seguridad en las que, como ellos mismos dicen, todos pusieron el dedito (la huella digital), no dan información, es un pacto de silencio que se perpetúa y es proporcional a la magnitud que tuvo la desaparición de personas. En los juicios me impactó el alegato de los fiscales Alejandro Alagia y Gabreila Sosti en el caso del Batallón 601 de inteligencia porque se explicó que allí se centralizaba la información, se abría un expediente o ficha de cada persona y todo en algún momento se microfilmó. Algo parecido pasó en la ESMA. Por eso creo que se puede investigar. No es lo mismo que las Madres y los actores sociales sostengan esa posibilidad, a que lo hagan los poderes actuales del Estado”.
Justicia y monopolios
Además de Pepa Noia firmaron el hábeas corpus Mirta Baravalle (Madre Línea Fundadora) y Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz). Sus abogados son Verónica Heredia y Eduardo Soares.
Dice Nora sobre el tema de los archivos militares. “Hubo pruebas de que existen, y algunos se pudieron conocer. El tema es que se necesita una decisión política de que se presenten y se abran”. Esa decisión es del Poder Ejecutivo, que comanda las Fuerzas Armadas a través de la Presidente de la Nación. “Creo que si este pedido llega a la Presidente podremos saber dónde está Gustavo. Los juicios están caminando, pero no se aclara la situación y lo que ocurrió con los desaparecidos”.
En el hall de Comodoro Py el único medio presente fue lavaca, hasta que se acercó un movilero de TN. ¿Qué declaró Nora a dicho canal? “Le dije que queremos una justicia equitativa, aunque parezca una obviedad, y ética, le dije también que queremos que la Ley de Medios se instale definitivamente para que haya libertad y que no queremos que haya monopolios de ningún orden, ni de Clarín ni de los otros”.
El DNI y la lágrima
Por el sorteo judicial, hubo que ir desde Comodoro Py hasta el palacio de Tribunales en la calle Talcahuano. Por esas carambolas del destino, Nora presentó el hábeas corpus en el Juzgado de Instrucción n° 12 acompañada por el periodista de lavaca, ante el juez Ricardo Warley y la secretaria Miriam Halata.
El trato fue muy correcto, pero para Nora fue más que eso. “Nos trataron excelentemente. Estoy feliz” decía, en lo que quizás sea un reflejo de lo que era presentar hábeas corpus en tiempos de la dictadura. “Esos ni te dirigían la palabra, te hacían hacer cola, te maltrataban. Aquí nos podemos sentar y explicar” decía Nora, mientras la doctora Halata contestaba: “Es lo que corresponde”.
Le consultó por qué estaba presentando el hábeas corpus. “Es que sigo sin saber qué le pasó a mi hijo. Y yo quisiera que él, de algún modo…” La emoción hizo callar a Nora, que me miró con los ojos inundados haciendo un gesto con su mano, tipo “no puedo”. Hubo unos segundos de silencio. Nora se repuso: “Quisiera que él sepa que siempre lo buscamos”.
Luego Verónica Heredia daría esta explicación a tanta emoción: “Nunca vi llorar a Nora, pero creo que ella siempre puso delante lo colectivo, y ahora está con algo que es específico de Gustavo”. Cuando la secretaria Halata estaba sacando unas fotocopias Nora me dijo: “Nunca pensé que me iba a pasar esto en un juzgado. Yo ni siquiera sabía si nos iban a recibir. Mirá cómo son las cosas”. Hay cosas que no se piensan. Se sienten.
La doctora Halata quedó asombrada por el DNI de Nora: 0.019.538. Nora sonrió: “¿Viste? Fui de las primeras en la cola para sacarlo”.
Lo que contó Víctor Heredia
Acompañó también a Nora Adolfo Mango, del equipo de Derechos Humanos de la Iglesia de la Santa Cruz (donde desaparecieron tres Madres y dos monjas francesas tras un trabajo de infiltración realizado por Alfredo Astiz).
Adolfo: “Yo hubiera hecho lo mismo que Nora. No dejaría de buscar hasta el último momento de mi vida. La justicia se está abriendo a escuchar la inquietud del pueblo. Hubo gente que no estaba enterada, o no se animaba, y que con los años empieza a contar. El otro día vino a Santa Cruz Víctor Heredia y contó que después de tantos años apareció un testigo que vio dónde había estado secuestrada su hermana, y por eso también él iba a presentar un hábeas corpus”.
Lo que se traga la tierra
Ana Careaga: “La presentación que hizo Nora es algo que está madurando desde hace tiempo. Estuvo muy con movida y emocionada. Ella me decía que durante años se presentaron muchos hábeas corpus que caían como en un agujero negro, en medio de esa incertidumbre, como si se los hubiera tragado la tierra. Y lo quiso hacer ahora porque esta temática tiene otro lugar, otro espacio, y entonces apela a la sensibilidad oficial que hay sobre ese tema para volver a pedir una respuesta sobre el paradero de su hijo. Es un puente con su propia historia”.
En una de las esperas en los oscuros pasillos del palacio de Tribunales, Nora repasaba algunos no y algunos sí que luego plantearía al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA: “No a la Ley Antiterrorista. No a Clarín ni a ningúntipo de monopolio. No a la megaminería a cielo abierto. No al glifosato, no a Monsanto. No a la discriminación a los pueblos indígenas. No al pago de la deuda externa inmoral, impagable y odiosa. Sí a la Justicia. Sí a la verdad. sí a la memoria.Sí al apoyo a los juicios hasta que se condene al último genocida. Sí a la recuperación de la identidad para todos los jóvenes que fueron niños apropiadospor el terrorismo de Estado. Sí a la reivindicación de la lucha de nuestras hijas, hijos, y del pueblo”.
Gustavo Cortiñas estaba casado, tenía un hijo pequeño. Militó en Juventud Peronista en la Villa 31 junto al padre Carlos Mugica. Cuando el sacerdote fue asesinado por la Triple A (1974), Gustavo pasó a trabajar socialmente en villas de Morón. Tenía 24 años cuando desapareció, el 15 de abril de 1977 a las 8.45, en la estación Castelar del Ferrocarril Sarmiento. Iba a su empleo en el INDEC, al que nunca llegó.

sábado, 8 de diciembre de 2012


Correo

Estigma
Hace unos días el diario Tiempo Argentino publicó una nota titulada "Cómo es sobrevivir La Tablada, el barrio más peligroso de la Argentina", haciendo referencia a las diversas disputas entre bandas de narcotraficantes y que se llevan las vidas de lo más jóvenes. Según esa nota "el terror se respira en apenas 20 cuadras" y es "la zona más peligrosa del país".
Pero algo hay que subrayar: no hay una sola línea que cuenta que es un emblemático barrio de trabajadores, ex obreros portuarios y ferroviarios. Nada. Tampoco que el narcotráfico es un hijo no reconocido (pero hijo al fin) de una red de corrupción policial, institucional y política, funcional al sistema capitalista. Nada.
El barrio Tablada, es sinónimo de una identidad popular rosarina, escenario donde se levantó entre otras cosas, el estadio de Central Córdoba, la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, que fuera encabezado por Rubén Naranjo, el Quijote de las calles rosarinas, como le dijeron, desde hace una década la biblioteca "Pocho Lepratti", vecinales y diversas experiencias colectivas que intentan multiplicar palabras y esperanzas para que los pibes no sean consumidores consumidos, ni sean víctimas de algunos de los tentáculos del sistema. Pero de eso tampoco se dijo nada. También se omitió a las incontables personas que se levantan con el sol para ir a trabajar y con eso tratar de ganarse la vida, ni mucho se menos se mencionó a las experiencias de comunicación y educación popular de la zona.
Según el interaccionismo simbólico planteado por Goffman dice: "El estigma, en especial cuando se lo produce a los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio, a veces recibe también el nombre del defecto, falla o desventaja. Esto constituye una discrepancia especial entre la identidad social virtual y real". Es decir: al sector estigmatizado se le quita legitimidad y se puede caer en prejuicios o perjuicios directamente relacionados con ellos.
Que se queden tranquilos los lectores, que los más peligrosos del país, no vivimos en el sur de la ciudad. El sabio de Discépolo, solía decir que "en el escenario de la vida cotidiana, suele aparecer el que recibe el golpe", y el que lo da, está oculto entre bambalinas. Es decir que siempre se ve y se reflexiona sobre las consecuencias y no las causas. Ya que la principal causa de violencia es siempre de arriba hacia abajo. Las pruebas están a la vista, pero no todos las quieren ver ¿Habrá una epidemia de cegueras?
Por Juan Pablo Robledo
Periodista y estudiante de la UNR

CARTA DE UN INTERNO DE LA UNIDAD PENAL III DE ROSARIO


Publicamos la nota que nos hicieron llegar, su autor es un pibe de 20 años, y nos pidio que la publiquemos  ya que no son muchas las oportunidades de llegar a expresar lo que se siente en las cárceles de Rosario:

Esta es la incógnita vida de un presidiario en la actualidad, ¿Qué se esconde detrás de los barrotes?, una pregunta y muchas respuestas que no salen de aquel lugar, para que todos sepan la verdad, solo saben y ven una parte, la mas fácil, la mentira ¡todo bien!...otra farsa entre tantas. Es hora de destapar la verdad, de sacar a la luz muchas y tantas cosas que no se saben. No la careteemos mas, el preso lleva una vida de mierda, “no somos nada”, muchos terminan aceptando lo que el sistema te hace sentir, se encierran en si, no solamente en una celda. Ellos necesitan de los derechos de vida de una persona, pero cuando aceptan la realidad de adentro, terminan viviendo como la frase dicha. Pero si escapas de la realidad de ese lugar, te das cuenta que te encontras peleando por tu vida, por tu futuro, hay muchas opciones para elegir salir, pelear es la mejor. No quiero seguir satisfaciendo el deseo de personas crueles, injustas, impunes, me quite la careta; para hacerte saber la verdad…y esta vez agarrate fuerte…a lo Vilma Palma,mensaje directo.
La rutina es dura y lamentable, después de caer preso, en ese lugar solo te aferra el sueño de la libertad, es lo que te mantiene vivo y con esperanza en medio de una realidad horrible. Podes ver como corre la droga, tanto en el preso como en la supuesta “autoridad”, corrupción, soborno, otra cosa es el maltrato verbal, físico y psicológico que recibis todos los días que te encontras ahí. Hambre, sed, calor , frio, lo ritual, lo normal que llegas a adaptarte y ni hablar de atención medica que no existe, te pudris. Esas son las maneras en que ellos creen que se “rehabilita” uno.
“ Para esto naciste”, ese es el mensaje escondido detrás de todo esto y muchos se lo creen y viven con esa “psicologeada”.
Otra de las realidades, el resultado de la “terapia” en ese lugar, las rivalidades de pibes por un par de zapatillas o los “monos”. Tus pocas cosas que  con sacrificio tu familia te trajo...
Se generan muchos tipos de problemas con el tiempo, enredados en eso, y es difícil salir. Muchos descansan en la muerte… se equivocan de opción, esto sigue, hay cosas peores, pero vamos a dejarlo ahí. Solo quiero que tengan en cuenta la realidad del presidiario.
¡Cuidado, no se confundan, no juzguen, esto es para cualquiera que se equivoca en la vida! Y quédate tranquilo  que van a estar atentos para terminar de acabar tus esperanzas, tu fe, tus sueños, policías, jueces y toda esa monada son los representantes de todas las injusticias que viven todas esas personas, ya no hay limites para arruinarlos, pero se viene el estallido, dijo la Bersuit, para todos esos corruptos hijos de p.. van a ver como arrasamos la mentira con la verdad.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Reproducido/copiado del Sitio Agencia de Noticias Pelota de Trapo, que recomendamos LEER

La asignación por hijo y la inquebrantable condena
  
Miércoles, 05 de Diciembre de 2012 09:51
(APe).- Al menos un millón y medio de niños no alcanza la asignación por hijo (AUH), una de las principales medidas inclusivas decididas desde los años de fin de siglo de la Argentina. La génesis apresurada, falta de debate y sin aporte legislativo, impulsada por una necesidad política de supervivencia y de re apropiación de la agenda pública, hizo nacer a la asignación con fallas de origen claras y rotundas. Que no dinamitan su razón de ser ni la desestiman. Pero en su imperfección la colocan en el amplísimo outlet de las políticas sociales escasas, con profundos huecos en la realidad de la gente, con agujeros estructurales por donde se escapan los más débiles, por donde se caen los que ya están afuera.
Es decir: la asignación fue y es importante (por eso era la propuesta emergente y mucho más amplia de las organizaciones cuando se venía, inexorablemente, el desastre económico y social para los sectores populares en el país). Pero no alcanza. Porque la inflación creciente se devora la alimentación que nutre, porque las familias están mucho más fragmentadas y quebradas de lo que el Estado puede vislumbrar desde la torre donde miran los gobernantes, porque las drogas desactivan cualquier intento de amanecer y tuercen tantas veces el destino de esos 340 pesos, porque hay 170.000 chicos sin documentos, porque otros tantos no van a la escuela, porque si es sexto hijo ya no cobra, porque viven tan lejos que nadie llega, porque nacen en las tierritas que les quedaron a los pueblos originarios, porque vinieron de Bolivia, de Paraguay, de Perú, es decir no son de acá, aunque despierten, jueguen, sufran, tengan hambre y se duerman acá.
Un mes después de sufrir una durísima derrota en las legislativas de 2009, con el mismísimo Néstor Kirchner como candidato insignia, Cristina Fernández lanzó por decreto la AUH. Era imprescindible un golpe de efecto paralizador de una oposición triunfante pero que no sabía qué hacer con esa victoria. Y eligieron –ambos- una bandera cara a las organizaciones populares que volvía imposibles los planteos opositores. Pero fue escasa en monto (180 pesos iniciales que hoy son 340, en una admisión silenciosa de los niveles inflacionarios actuales), limitada en su llegada y destinada a suplantar la ausencia, en una porción de la gente que sigue superando el 40%, de las asignaciones familiares que cobran los trabajadores registrados.  En ese barrio heterodoxo conviven los hijos de padres desocupados, monotributistas, trabajadores domésticos, precarios e informales.
En total son 3 millones y medio de niños los que reciben la AUH, que se cobran siempre y cuando estén escolarizados y tengan asistencia sanitaria. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) asegura que son 1.750.000 los chicos que no están cubiertos por ningún programa social y viven en la pobreza o la indigencia. Unicef es algo más piadoso: sostiene que son 1.500.000.
Los doce hijos de María Ovando son una fotografía brutal. El Estado los visibilizó únicamente cuando a ella se le murió su nena en brazos. No tenían documentos ni cobraban asignación y comían todos los días harina y grasa. A ella la encerraron un año y medio. Seguramente por ser culpable de vivir en Mado, el monte misionero donde los niños se mueren por desnutrición dos veces y media más que en el resto del país.
Cumplían todos los requisitos como para no cobrar la AUH: no iban a la escuela, no tenían documentos, vivían lejos de todo, tenían un hospital a 25 km, eran extremadamente pobres. Y más de 5.
Si el Estado decidiera que no sólo llegará con garras y balas a los confines de la gente –en Formosa, en Misiones, en Salta, en el conurbano- y decide estirar la mano con un dedal de ternura, posiblemente ese millón y medio de niños y niñas hijos de marías ovando jujeñas, correntinas, santiagueñas, de la Matanza, de José León Suárez, tucumanas, rionegrinas, no crecerían marcados a fuego por la condena de origen. Que no es el pecado de origen pero se le parece.
La asignación, que definitivamente no es universal, tiene que llegar a los niños que comen sólo harina y grasa porque su espíritu fundacional fue acabar con el hambre. Sin embargo no llega. Y allí donde arriba, lo hace desprovista, descarnada. Descontextualizada. Sin estructuras que ofrezcan programas por donde no se cuelen el abandono y la fatalidad (concebida como un destino que no puede torcerse). Entonces si el padre desapareció hace tiempo y consigue un trabajo registrado, la madre se verá desprovista de la asignación y a cargo de los niños. Si la mamá está devastada por el paco y no existe asistencia a la que ella pueda acceder, el dinero tendrá otro destino. No se trata de las simplificaciones perversas del tipo “la AUH irá a parar a las drogas y al bingo” (senador radical Ernesto Sanz) o “las morochitas que se embarazan para cobrar” (Miguel del Sel, ex candidato del Pro), que no hacen más que ofender desde el desprecio a las madres de nuestros chicos, criaturas ellas hasta hace minutos. Condenadas por herencia. Se trata de la voluntad real –o no- de reconstruir un tejido social apolillado por la devastación. Donde las drogas –las baratas, las que cortan las neuronas y la vida como botella rota- son protagonistas esenciales. Objetos de exterminio.
Y si el niño, a partir de la asignación, puede comer pero no existen políticas públicas destinadas a cambiar el rumbo de su fatalidad, la condena seguirá en pie. Inquebrantable.


Edición: 2330