Agradecemos la oportunidad de poder saludar en este día a las Madres, en especial a Nora y a Pepa, a las compañeras y compañeros, autoridades presentes:
Que podemos decir de ellas que no se haya dicho?
Tal vez remarcar algunos puntos fundamentales de su lucha por los derechos humanos y la “democracia”, una “democracia” que tarda quizás demasiado para ayudarlas en su búsqueda de verdad , justicia y niños/niñas robados.
Ellas son ejemplo imprescindible de ética y firmeza, como motor inclaudicable de la resistencia a la Dictadura Militar. Su presencia nucleó a su alrededor otras importantes organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, pero también miles de voluntades , que a lo largo del tiempo, organizadas y en acción, hacen del movimiento de DD.HH. de la Argentina, uno de los más consecuentes y un verdadero dolor de cabeza para muchos.
No aceptaron Leyes infames de perdón, ni teorías que las quisieran convencer de que aquellos jóvenes que les habían arrancado de los brazos, sus invalorables hijos e hijas, sus propias compañeras, fueran lo mismo que los más terribles personeros del poder del imperialismo yanqui y su plan de exterminio para los luchadores de América Latina.
Conocen a los ejecutores, sangrientos y soberbios asesinos de seres humanos indefensos , convertidos hoy en viejecillos llorones , cobardes , “sin memoria”, cuando la justicia los pone en un estrado.
Pero no las engañan, saben que no se arrepintieron .
Y que no hablarán.
Y que siguen impunes o en cárceles de lujo.
Por eso es nuestro deber, darle junto al amor y el reconocimiento, toda la ayuda necesaria.
Y podemos tener diferencias de criterios con ellas, pero nunca, tendremos el derecho a la crítica.
Ya sin dictadura, cuando todas las utopías se caían, y el campo popular parecía estar diezmado, supieron ser el basamento indestructible de las nuevas luchas.
Dieron esperanza, ideas nuevas y una invalorable lección de amor por la humanidad.
Aprendieron de la desesperación que les abrió los ojos, hace tantos años, o tan pocos, porque parece ayer, y esa mirada les sirvió para ver la desesperación de los otros.
Y así nos acompañan en cada una de nuestras pequeñas/ grandes batallas contra el imperialismo y su burguesía lacaya, a lo largo y a lo ancho del país.
Ellas se multiplicaron por mil para cubrir el espacio de aquéllas que por muchas razones no estaban, y se siguen multiplicando en cada una que nos va dejando huérfanos, para continuar su batalla interminable.
Porque son las Madres de todos los luchadores populares, de todos los que sueñan con un mundo mejor, de los que resisten, de los que trabajan, de los que ríen , juegan , bailan ,lloran, aman, en definitiva, de los que no sólo respiramos para sentirnos vivo, sino tenemos la necesidad de honrar la vida de mil maneras.
Buscaron Aparición con Vida, siguen buscando Juicio y Castigo a los Culpables, Verdad , Justicia, Cárcel a los Genocidas, a los niños y niñas robados, pero hoy buscan, además, dignidad para nuestro pueblo : Saben que el Hambre es un crimen, que necesitamos, pan , trabajo, vivienda, salud, educación y muchos sueños y alegrías.
A Nora y Pepa y a sus compañeras no las convenció nadie de abandonar la Marcha por la Resistencia, porque tienen claro que aún hay demasiado para exigir, y mucho más para construir .
Por eso voy a contar la última anécdota vivida junto a Nora en Orán, Salta, donde también fue homenajeada en el Municipio Local.
Llegó para participar en un Seminario de DD.HH., pero no vaciló en plantarse en un ingenio (hoy Seabord, hasta hace poco Ledesma) tomado por los trabajadores en reclamo de reivindicaciones elementales, por ej.: Que no los maten envenenados o en accidentes dentro de la fábrica!!
Fue a escucharlos , como tuvo que escucharla a ella la patronal que no tuvo más remedio que recibirla.
Y ahí está la esencia de lo que ellas son: Ver el amor de esas obreras y obreros, que no la conocían, pero sabían que era una de las Madres con mayúsculas , su confianza en ella, saber que haría, y lo hizo , todo lo posible para parar una feroz agresión y el cierre ya anunciado.
Esta historia termina con la fábrica re-abierta, luego de muchos debates y participaciones varias, los obreros trabajando, y una lógica reflexión:
Ellas hacen la diferencia a favor siempre, cuando están con nosotros, con sus palabras, sus actos.
Y así, sencillamente, casi sin proponérselo, hicieron , sin ninguna duda, la diferencia en la historia de nuestro país.
Queremos decirles a Nora , a Pepa y a todas las Madres:
Por sus hijos e hijas y los 30.000, peleamos por castigo a los genocidas de ayer y de hoy y sus cómplices económicos, políticos, judiciales, institucionales.
Por sus hijos e hijas y los 30.000, no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos
APDH ROSARIO
Norma Ríos - Presidenta ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS DE ROSARIO NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario