Domingo, 25 de octubre de 2009
La nieta recuperada Sabrina Gullino Valenzuela Negro, tras su testimonio en el juicio.
"Es la manera de ir cerrando cosas"
Sabrina es hija de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, que
estuvieron secuestrados en la Quinta de Funes y están
desaparecidos. Esta semana testimonió en Tribunales.
Por José Maggi
Elige presentarse como Sabrina Gullino Valenzuela Negro, aunque pudo completar su verdadera identidad sumando sus dos últimos apellidos hace menos de un año. Es la nieta recuperada por Abuelas Nº 96. Tiene 31 años y confiesa que fue "un momento impresionante" la jornada del último martes cuando contó su historia ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 convocada por la fiscal Mabel Colalongo, en el marco de la causa Guerrieri Amelong. En la sala de audiencias sentados a su espalda, estaban los hombres que habían marcado su destino a fuego: Pascual Guerrieri, como jefe máximo y responsable del operativo represivo en la región, secundado por Jorge Fariña; Juan Daniel Amelong y Walter Pagano quienes la dejaron abandonada en marzo del 78 en la puerta del Hogar del Huérfano de Laprida y Riobamba, y Eduardo "Tucu" Costanzo cuyo testimonio permitió encontrarla. "Vivimos todo muy aceleradamente y si bien con mi hermano Sebastián teniamos un poco de conciencia de lo que estaba pasando, fue muy emocionante sobre todo por haber podido participar de un punto muy importante en la historia, como fue el de poder haber visto los ojos a los imputados que son los responsables de la desaparición de 19 compañeros que fueron secuestrados en la Quinta de Funes, y que han causado tanto daño a mi familia biológica. Haberle visto a los ojos a esa gente y haber participado fue muy importante. Y esto es gracias a la lucha de estos treinta años de los organismos de derechos humanos que se comprometieron, y que creyeron que valía la pena transformar la sociedad como habían querido nuestros padres y continuar esa lucha. Tuve la fortuna de haber podido estar ahí, frente a ellos, y pese a que es algo traumático, para mí fue impresionante. Estuve con mi tío Héctor Valenzuela, y coincidimos que fue muy emocionante haber podido participar más alla de los dramático, haber participado es empezar a cerrar cosas que se habían abierto en nuestras familias. Por eso nos sentimos muy conformes y me siento en lo personal muy agradecida a todos los chicos de Hijos, de Familiares, de APDH, asi como de todos los compañeros que participan del Espacio Juicio y Castigo, ya que gracias a ellos tuve el privilegio de sentarme y poderlos ver y de alguna manera hacerlos responsables no solo de lo que se los acusa en este juicio , sino también de la desaparición de mi hermano mellizo que para nosotros mientras no se sepa nada de su suerte sigue estando desaparecido.
¿Quiénes eran tus padres?Eran Raquel Negro y Tulio Valenzuela. De ellos sé hace muy poco tiempo, hace menos de un año y a través de las voces de personas que los han conocido. Fueron personas grandiosas, y obviamente tengo mis enojos, no sería sincero no tenerlos, pero fueron personas con mucho compromiso, con una coherencia fuerte en sus pensamientos, sus actos y sus ideas. Me siento muy orgullosa de recuperar esa parte de esa historia, y de poder hacerlo en tan poco tiempo, en solo diez meses. Tuve solo ese tiempo para poder asimilarlo todo, y en parte se lo debo a mi familia adoptiva, que son los Gullino. Me siento muy orgullosa de Tucho y de Raquel, y me siento una persona muy afortunada de tener a mi hermano Sebastian, a quien adoro . El martes bajo su mirada me sentí protegida en el tribunal, mientras declaraba.leer mas
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