La trata de personas es un grave delito,
tipificado y sancionado por la Ley n° 26.542 recientemente
sancionada. Trata y prostitución son temas que están fuertemente
ligados. El debate sobre la prostitución muestra distintas
posturas, hay quienes pretenden sancionar leyes que penen la
actividad, castigando a las mujeres explotadas y a los proxenetas.
Otra postura busca darle marco legal a la actividad, que es
considerada un trabajo, por lo que quienes lo regentean se
convierten en comerciantes.
Se intenta así distinguir una prostitución mala, producto de la trata, de otra necesaria, natural, histórica, imposible de eliminar. Esta posición, al no cuestionarla asegura su perpetuación. La idea de una prostitución admisible y otra inaceptable es errónea. El Grupo de Justicia y Género* asegura que "separar la explotación sexual de la trata es una estrategia política destinada a legitimar el sistema de explotación y proteger su desarrollo y rentabilidad".
La APDH considera que no se debe legalizar la prostitución, ni aplicar penas que, en la mayoría de los casos recaerían en las mujeres, no sobre los proxenetas. Aspiramos a que ningún ser humano sea prostituido y explotado. Aspiramos a que todos los seres humanos vivan con dignidad y en pleno ejercicio de los Derechos Humanos, para ello es necesario implementar políticas culturales que desalienten la cultura prostibularia. Mientras esta cultura persista el sistema seguirá siendo incompetente para combatir la explotación sexual.
Se intenta así distinguir una prostitución mala, producto de la trata, de otra necesaria, natural, histórica, imposible de eliminar. Esta posición, al no cuestionarla asegura su perpetuación. La idea de una prostitución admisible y otra inaceptable es errónea. El Grupo de Justicia y Género* asegura que "separar la explotación sexual de la trata es una estrategia política destinada a legitimar el sistema de explotación y proteger su desarrollo y rentabilidad".
La APDH considera que no se debe legalizar la prostitución, ni aplicar penas que, en la mayoría de los casos recaerían en las mujeres, no sobre los proxenetas. Aspiramos a que ningún ser humano sea prostituido y explotado. Aspiramos a que todos los seres humanos vivan con dignidad y en pleno ejercicio de los Derechos Humanos, para ello es necesario implementar políticas culturales que desalienten la cultura prostibularia. Mientras esta cultura persista el sistema seguirá siendo incompetente para combatir la explotación sexual.
Buenos Aires, 21 de enero de 2012
Mesa Directiva Nacional
* Grupo Justicia y Género del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas.
A. P. D. H.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
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